sábado, 5 de marzo de 2011

Declaraciones del FELCO (Festival Latinoamericano de la Clase Obrera) de la Asamblea 2007-Bolivia

Declaraciones de Asamblea 2007-Bolivia

Declaración política

El capitalismo: agotado

Respecto de nuestro último encuentro, la esencia de la situación mundial no ha cambiado sino para profundizarse. Desde la Declaración de la tercera edición del Felco en San Pablo venimos señalando que partimos de una caracterización política general: el agotamiento histórico de un régimen social, el capitalismo, que en la profundidad de su crisis arrastra al conjunto del planeta y la humanidad a la barbarie. La guerra permanente, e incluso el empantanamiento de los objetivos políticos y militares del imperialismo es la más clara expresión de este agotamiento histórico.
Hoy, ese empantanamiento que señalábamos, el imperialismo pretende traducirlo en la continuidad de esa guerra permanente. Ahora, ultimando detalles de un ataque a Irán.
Por su parte, el agotamiento histórico del capitalismo se expresa en la profunda crisis financiera que han desatado el quiebre de los fondos de especulación inmobiliaria, una crisis mucho mayor que la del 30, de la cual ni los brujos de los medios especializados saben cómo se va a “salir”.
Desde el Felco advertimos que el capitalismo no tiene para la crisis otra salida que la guerra y la miseria social.
La rebelión abre caminos
La rebelión contra los gobiernos que ejecutan los mandatos del imperialismo es la impronta de la etapa, inclusive en algunos países imperialistas, sumando a capas cada vez más amplias de la población a la lucha con los métodos de la acción directa. Nos pronunciamos abiertamente en contra del intento de acallar estas rebeliones y las acciones de solidaridad internacional de los pueblos mediante la implementación de leyes “antiterroristas” en todo el planeta. Bush, Olmert y la OTAN : ¡Ustedes son los terroristas!
El Felco no nació de un repollo. Es la expresión de un conjunto de representaciones artísticas de las rebeliones populares que recorren América Latina. Desde el Argentinazo de 2001, las insurrecciones de masas en Bolivia, la formación de la comuna de Oaxaca y el levantamiento contra el fraude en México, las rebeliones en Ecuador y en Perú, que se agudizaron contra el régimen del recién electo Alan García; la intervención histórica del pueblo venezolano contra el golpe pro imperialista de abril de 2002 y contra el lock-out (paro empresario) en febrero de 2003; de la lucha de los trabajadores rurales sin tierra, de los sin techo y del resurgir combativo en los sindicatos de Brasil; el gran salto que ha dado en la escena la clase obrera chilena, que encabezada por los mineros del cobre y la rebelión estudiantil, ha significado un paso en la lucha sindical y un cuestionamiento a la educación de mercado, frente al gobierno de la concertación y a toda la burguesía chilena; hasta la lucha de los pueblos originarios permanentemente avasallados por las transnacionales y pueblos enteros que, levantándose contra los emprendimientos contaminantes (papeleras, mineras, petroleras, etc), marcan el camino para una lucha consecuente contra las multinacionales del saqueo y la contaminación.
En Latinoamérica, la rebelión trata de ser canalizada mediante la emergencia de gobiernos nacionalistas y/o progresistas. Los gobiernos de Lula, Kirchner, Bachelet y Tabaré que, siendo correas de transmisión de las políticas imperialistas, intentan por todos los medios contener a las masas sin satisfacer sus necesidades son combatidos por los trabajadores y sus combates han sido ilustrados por este festival.
En los países donde el imperialismo no puede imponer sus propios candidatos emergen, producto de los procesos de rebelión, líderes nacionalistas o indigenistas que proponen un camino “antiimperialista” sin cuestionar al régimen de acumulación capitalista. Son los casos de Bolivia, Venezuela y Ecuador.
Ya en la declaración de San Pablo señalábamos los límites del nacionalismo indigenista del MAS frente al imperialismo y la oligarquía, incluso para defender la unidad territorial boliviana. Los pactos con la derecha empantanaron la constituyente y dieron mayor impulso a la agitación autonomista de las oligarquías. Señalamos también las contradicciones del “socialismo del siglo XXI” que no se orienta hacia la soberanía productiva y negocia con las grandes petroleras, en lugar de hacer uso de la autoridad política y moral ganada con la defensa de los pueblos palestino, iraní y haitiano frente a los ataques del imperialismo y sus laderos, apoya a los servidores de tropas de ocupación en Haití -Lula y Kirchner-, en lugar de colocarse del lado a los trabajadores, campesinos, indígenas que enfrentan sus políticas. No habrá ningún socialismo durante este siglo sino se retiran todos los apoyos a la guerra imperialista.
El límite que deben atravesar los trabajadores y los campesinos latinoamericanos es el de consolidar su independencia política de los movimientos nacionalistas burgueses de corte militar, de los indigenistas del capitalismo andino y los socialdemócratas pro imperialistas que constituyen un freno a sus necesidades históricas expresadas en su estado de rebelión.
El Felco y la Revolución Social
Reafirmamos una vez más: la integración latinoamericana no será obra de los explotadores sino de la unión de todos los sectores explotados de nuestro continente para terminar con toda forma de explotación y sentar las bases de la unidad socialista de América Latina.
El FELCO se compromete con este objetivo y pone a su disposición esta herramienta de lucha y formación política que son las exhibiciones y los debates de los films y obras artísticas realizados y puestos en escena en función de una perspectiva política independiente de la clase obrera.
Declaración aprobada en Asamblea.
Cochabamba, Octubre de 2007.

El Felco y el arte

A los artistas

Consideramos arte militante a toda expresión artística realizada por encima de los límites que impone el mercado, dirigida como apoyo político y estímulo cultural a los pueblos en lucha, sin más interés que el triunfo de las luchas en curso y la emancipación definitiva de los explotados.
Independencia de los artistas
Así como defendemos la independencia de la clase obrera concebimos imprescindible luchar por la del arte.
Los artistas más comprometidos con la representación de las luchas populares no estamos exentos de las presiones de cooptación del Estado, así como tampoco de las del mercado gobernado por los vaivenes de la sensibilidad de la sociedad de consumo. La defensa de nuestra autonomía e independencia en la expresión artística estará dada en nuestra capacidad de involucrarnos al movimiento general de la clase trabajadora. Interviniendo en esta polifonía que será la liberación de América Latina. Las búsquedas formales que nos comprometemos a desarrollar en nuestra intención de hacer del arte una herramienta para el devenir sujeto de la clase obrera deben ser independientes de toda regimentación de un estado, un mercado o un partido. El arte debe estar libre de todo tipo de censura, incluida la auto-censura.
Las imágenes planteadas por los medios capitalistas no representan la real experiencia de nuestros pueblos, ella imprime en la subjetividad latina la falsa representación de sí misma. Nuestra independencia no es solamente política, sino también en la búsqueda por una identidad popular y revolucionaria.
Esta problemática se da en el campo de las formas, en el campo del lenguaje, ya decía el viejo dicho “No hay arte revolucionario sin formas revolucionarias”. Nuestra inquietud se dirige al hecho de la cultura militante. Por tanto, nuestra independencia también se debe realizar en la forma artística, ampliando los objetivos de concientización de la teoría de la forma estética, los medios de expresión y de expresión artística.
El Felco se propone trascender en forma constante el carácter de evento de un festival “cultural” para constituirse como un frente de los artistas que estén sistemáticamente comprometidos con la lucha de los explotados por su emancipación.
La conformación de ese frente de lucha debe ser el punto de partida para conformar una lucha como tales frente al Estado, exigiendo los fondos necesarios para su desarrollo independiente, para la educación artística, para la difusión del arte popular y para colocar nuestra obra al alcance de los explotados.
Las formas, la libertad y la independencia
En cuanto al debate de las formas nos manifestamos a favor de una total libertad de búsqueda formal. El arte es una expresión profunda del sujeto y su expresión no debe ser cercenada jamás.
El capitalismo es el mayor opresor de la libertad del arte, en tanto que la división del trabajo entre trabajo intelectual y trabajo manual le sustrae la posibilidad de desarrollo de la expresión artística a una inmensa mayoría de los explotados.
En estas condiciones, ningún artista puede ser plenamente libre al mismo tiempo que ningún explotado, plenamente sujeto.
Es en este sentido que planteamos que el mayor desafío de los artistas es la lucha por su independencia, y que a su vez esa lucha deba fundirse con la lucha de la clase obrera por su emancipación.
En tanto que sólo la emancipación de los explotados y el devenir de una sociedad sin clases, donde todos los sujetos accedan a la libre expresión artística es la única garantía de la libertad para el arte; el arte militante debe comprometerse entonces con las búsquedas formales que contribuyan al devenir sujeto de los explotados. Esta búsqueda en tanto que es consciente de su necesidad es una búsqueda libre, sus aciertos y errores se verifican en la práctica y deben revolucionarse permanentemente.
El FELCO es sin dudas un ensayo general de esta práctica. Nuestra mayor tarea es multiplicarla, sumar a la mayor corriente de artistas a esta lucha por la revolución, la única garantía de la libertad para el arte.
Para impulsar el desarrollo del arte militante
Para desarrollar el arte militante, en primer lugar debemos desarrollar una difusión de su acervo para poder abrir este debate con los artistas.
El desarrollo mercantil del arte ha producido en su interior una búsqueda de la perfección formal. Esta búsqueda acaba en un arte por el arte, y un disfrute elitista que las grandes mayorías no comprenden por la división del trabajo que mencionamos les ha sustraído el acceso a las herramientas y mecanismos que producen el arte. La acumulación de los mismos fue realizada por la burguesía.
Los artistas militantes no podemos negar esa acumulación y empezar de cero. Tampoco podemos negar que esa acumulación realizada por la clase dominante le ha impreso históricamente a sus formas un carácter reproductor de las relaciones sociales. Aún así, el desarrollo del arte es un patrimonio universal de la humanidad. Encontramos por todos lados obras que logran conmovernos genuinamente, desde el arte “culto” occidental hasta el arte indígena americano. Debemos recuperarlas para nuestro acervo.
Así también, debemos expropiar las formas artísticas existentes, explorarlas, combinarlas y crear con ellas formas nuevas que constantemente tendremos que poner a prueba con nuestra búsqueda libre de colaborar con el desarrollo subjetivo de los explotados.
Es por esto, que el arte militante nunca será perfecto, ni acabado. Esto no nos puede detener en la búsqueda de su elaboración, en tanto que la realidad cambia constantemente. Su puesta en acto, tanto frente a los explotados como al conjunto de los artistas comprometidos con esta causa, nos darán cuenta de cómo seguir explorando su desarrollo; y el Felco tiene que proponerse ser un ámbito para colectivizar estas experiencias.
En segundo lugar, los artistas y grupos comprometidos con la construcción del FELCO, reconociendo el potencial educativo del arte, debemos impulsar, junto a la difusión y colectivización de nuestras producciones, talleres de formación artístico-cultural junto a sindicatos, escuelas y todas las organizaciones de lucha tomando como perspectiva colaborar con el desarrollo subjetivo de los explotados. Para avanzar por este camino, estaremos ante el desafío de unificar nuestras experiencias en un frente nacional e internacional de lucha contra el Estado, derrotando la censura y persecución que pretende imponernos, recuperando los espacios públicos como teatros, plazas y la propia calle.
En ese sentido, partiendo de los recursos iniciales propios de la autogestión como compromiso material y político de los participantes, debemos construir de conjunto un programa reivindicativo con el cual movilizarnos y conquistar los recursos públicos necesarios para llevar adelante el desarrollo del arte militante, desarrollando la independencia política de clase frente al Estado y pasar de la lucha defensiva a la ofensiva. La realización del FELCO se coloca como una de las principales reivindicaciones colectivas para avanzar en esta lucha. Este programa político-cultural esta objetivamente vinculado a las reivindicaciones generales de la clase obrera.
Documento elaborado en base al debate de la Comisión de Arte Militante
Aprobado en Asamblea
Cochabamba, Octubre de 2007.

DOCUMENTO POLITICO REFERENTE A BOLIVIA:

El proceso revolucionario en Bolivia se acelera a partir de las victorias políticas de las masas bolivianas en su choque contra el sistema capitalista. La Guerra del Agua con la expulsión de la Betchel, la Guerra de la Coca, las jornadas de Febrero contra el impuestazo, hasta el Octubre Boliviano del 2003, que constituye el nivel más elevado alcanzado en esta última etapa luego de la aplicación del modelo neoliberal.
Octubre deja como resultado la atomización, casi extinción de los partidos de la derecha neoliberal, lo que representaba una pequeña victoria política de los explotados frente a la clase dominante. Pero también deja al desnudo la crisis de dirección revolucionaria, su ausencia en el seno de las masas, vacío que permite una salida democrático burguesa con la sucesión constitucional, como freno transitorio al proceso revolucionario.
Es así que el triunfo de Evo Morales lo explicamos:
1) a partir de la situación política vigente: la evidente radicalización de las masas bolivianas y su paulatina lucha que se conduce hacia la toma del poder, lo que significa un gran salto político en el proceso revolucionario.
2) Reconociendo esta situación objetiva de avanzada revolucionaria, el factor subjetivo ha fracasado, pues se ha caracterizado por su aislamiento de las masas. Si bien las masas han hecho carnes de las consignas centrales de la clase obrera, y de manera instintiva se lanzan hacia la toma del poder. La direcciòn revolucionaria ha demostrado su chatura y enquistamiento al no tener presencia y capacidad de movilización en los sectores más combativos y mayoritarios.
3) Ante ésta ausencia física de dirección y el repudio generalizado a los partidos de la clase dominante quedaba una solo salida posible para las masas faltas de orientación: el voto a Evo Morales para frenar a la derecha vende patria.
4) Es así que el voto a Evo Morales no ha sido un voto programático ni consiente, ha sido un voto por el mal menor, un voto antiderecha y antiimperialista, porque queramos o no en el escenario el MAS ha suplido la ausencia de una dirección revolucionaria. Se suman a este escenario la ilusión de la mayoría indígena boliviana que se ha visto reflejada e identificada con EVO Morales por su ascendencia aymara.
Si bien el gobierno del MAS ha sido aceptado por el imperialismo y hasta llegan a acuerdos, no es lo mismo que Tuto y Doria. No olvidemos que el MAS a pesar de ser un partido oportunista y pro burgués, ante las masas aparece como antiimperialista. Ha generado expectativas en muchos sectores, especialmente indígenas y campesinos, mas esa ilusión momentánea de las masas tiende a derrumbarse, pues el proceso general se dirige hacia la agudización de la lucha de clases; las masas no han abandonado su orientación hacia la izquierda, siguen encontrando en la acción directa su mejor método, pesa mucho la actuación del factor subjetivo en éste proceso, para que las masas encuentren de una vez su rumbo definitivo hacia la toma del poder.
El MAS es la expresión de una de las capas de la burguesía, la burguesía mediana, que a partir de un proyecto nacionalista pretende convertirse en gran burguesía(no en vano ni antes de posesionarse la dupla Morales-Linera daban indicios reveladores como: garantizar la permanencia de las petroleras en el país, respetar la propiedad privada, fomentar a los “buenos” empresarios, permitir que los pulpos transnacionales se apoderen del hierro del Mutún, dando luz verde a su licitación , etc). Sin embargo su proyecto nacionalista con rostro indigenísta, no tiene mayor perspectiva, puesto que la experiencia con el MNR (que fue un nacionalismo más atrevido) ha demostrado que el nacionalismo está condenado al fracaso como forma de desarrollo, puesto que es total y absolutamente impotente frente al imperialismo, y aún más en un país tan atrasado como Bolivia.
La impotencia del MAS en la aplicación de un proyecto de tiente nacionalista, se refleja en las continuas concesiones que (antes de asumir el gobierno) viene realizando al imperialismo y a la derecha, que después de la derrota de octubre, le ha permitido tomar fuerza con su pedido de autonomías, para mantener sus privilegios y los de las transnacionales.
Los contornos que ha tomado la Constituyente es uno de los ejemplos de las concesiones del MAS a la derecha; por tanto esa constituyente que el MAS esperaba sea su instrumento en la aplicación de sus reformas; ese escenario que la derecha neoliberal esperaba sea el escenario para recuperar sus privilegios; y que para la burguesía en general y el imperialismo significaban un escenario de conciliación de clase; se ha convertido es un escenario de conflictos permanentes, sin la mayor perspectiva de mantener calma a las masas por la vía parlamentarista. Una vez más las masas tienden a trasladar la solución de los conflictos a las calles, aunque muchos sectores aún permanecen a la espera de soluciones mediante las vías opuestas (Constituyente)
La pugna existente entre el MAS y la derecha neoliberal es una simple pugna interburguesa por el control de los recursos naturales, por un lado una oligarquía petro-terrateniente totalmente neoliberal y entreguista, y por otro lado la burguesía mediana que representada por el MAS quiere hacerse de las riendas del país.
Por sus características, el MAS se encuentra entre la espada y la pared, apoyado y presionado por las masas que exigen cambios radicales, pero a la vez defendiendo y garantizando la propiedad privada y haciendo concesiones a la burguesía, que ante el menor intento de reforma un tanto atrevida reacciona haciendo retroceder al gobierno. Por tanto se observa que la burguesía neoliberal apoyada en el imperialismo tiene claro su proyecto, y en esa medida no permitirá la aplicación de las reformas del MAS en torno al tema tierra y autonomías. Sin embargo el MAS a falta de un proyecto claro, a pesar de contar con el apoyo de gran parte de las masas bolivianas, seguirá conciliando con la derecha, sin embargo corre el riesgo de ser rebasado por las masas por eso no es la carta más fiable del imperialismo.
El empantanamiento de la Constituyente, está muy vinculado a las concesiones que el gobierno viene dando a la derecha, a partir de la consolidación del Referéndum autonómico y la elección de prefectos, hasta el pedido de capitalía plena, la derecha se rearma, incluso con visos de aplastar físicamente a las masas orientadas hacia la izquierda. Ante el peligro fascista y ante el fracaso de la vía parlamentarista, se hace preciso en Bolivia profundizar el proceso revolucionario, del cual, está demostrado que el MAS no es garantía, por tanto es fundamental no aislarse de las masas, que se quiera o no, aún guardan (en sectores mayoritarios) esperanzas en la constituyente, y que ante las amenazas de la derecha se atrincheran a lado del Gobierno.
Declaración aprobada en Asamblea.
Cochabamba, Octubre de 2007.
 
 

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